La crisis sanitaria ha tenido un impacto sin precedentes en las economías de esta parte del mundo. La región será la más afectada por la pandemia y aumentará la pobreza.
Diversas han sido las estrategias de los países de América del sur para enfrentar las consecuencias económicas del coronavirus. Sin embargo, más allá de los esfuerzos -y en medio de muchas críticas- el resultado parece ser el mismo: caídas históricas en el Producto Interno Bruto.
De acuerdo al informe “Perspectivas económicas de América Latina 2020” presentado hace algunas semanas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), la pandemia que ya ha cobrado la vida de 1,12 millones en el mundo “tendrá consecuencias socioeconómicas importantes y duraderas en América Latina y el Caribe, lo que agravará la ya compleja situación de la región”.
Peor aún, estima que la pobreza en América Latina puede aumentar en unas 45,4 millones de personas a un total de 230,9 millones. Esto equivale a cerca del 37,3% de la población de América Latina y el Caribe.
En ese contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa una caída de 8,1% para este grupo de naciones, tras un 2019 en el que el PIB registró una caída de 0,2%. Esto supone que será la región más golpeada de todas por el impacto de la pandemia.
La Cepal, por su parte, estimó que los países de esta parte del mundo sufrirán una contracción de 9,4%.
El PIB de Chile experimentó una contracción récord de 14,1% en el trimestre abril-junio de 2020, lo que supone la mayor caída de la actividad desde la crisis de 1982. Además, el último Índice Mensual de Actividad Económica de agosto mostró una baja de 11,3%, mucho peor a lo que estimaban los expertos.
Ante este escenario, el FMI proyecta para el país una caída de 6% para el PIB local del 2020. La Cepal en este mismo indicador prevé una disminución de 7,9% y el Banco Mundial (BM) de -6,3%.
En ese contexto, la posibilidad de que Chile fuera el primer país de América Latina que sobrepasara los US$30.000 en 2022, como el mismo FMI lo anticipaba años atrás, así como el sueño de alcanzar el nivel europeo, lucen cada vez más lejanos.
Según el Fondo, Chile alcanzó un máximo de US$25.057 el año pasado (medido a poder de paridad de compra a dólares corrientes), nivel que recién podría recuperar en 2022. Para 2020 prevé que se llegará a US$23.455, lo que implica una caída de US$1.602 en relación al año pasado y, además, es su menor nivel desde 2016.