En Chile más de 100 firmas de este tipo proveen de financiamiento a más de 20 mil empresas a través de la compra de sus facturas, por lo que ya están sintiendo las profundas heridas que está generando la paralización de la actividad económica de distintas industrias. La morosidad y los plazos de pago están aumentando, mientras el volumen de negocios está desplomándose entre 10% y 40%. Claman por ser incluidos en las medidas de liquidez del gobierno. Algo que el gobierno ya tiene en al mira.
Los factoring son entidades que reciben una comisión por el servicio que le permite a las empresas, sobre todo Pymes, convertir en dinero efectivo inmediato sus cuentas por cobrar. Más tarde, estas compañías financieras cobran las facturas a la contraparte al plazo estipulado en un inicio.
Al financiar a alrededor de un tercio de las Pymes de mayor actividad del país, se suele decir que los factoring son un termómetro de la actividad comercial del país, y lo cierto, es que ese termómetro está mostrando que la economía local está con indicios de fiebre.
Antes, algunas cifras de contexto de esta industria. Hoy hay más de 150 empresas de este rubro en el país, que se distribuyen en cuatro grupos. Las 10 que son parte de la Asociación Chilena de Empresas de Factoring (Achef), donde hay cuatro filiales bancarias y seis no bancarias reguladas y de mayor tamaño; las 24 firmas no bancarias que son parte de la Asociación de Factoring de Chile (EFA); los factoring de los grandes bancos que se salieron de la Achef; y las decenas de empresas de este tipo que son más pequeñas, con estados financieros cerrados y que no pertenecen a ningún gremio.
Los asociados a la Achef cuentan con alrededor de 18.000 clientes, un stock aproximado de US$ 1.900 millones y un volumen de transacciones de unos US$ 9.000 millones por año, mientras que la EFA sumó un stock de colocaciones al cierre de 2019 de unos US$ 873 millones, atendiendo a más de 15.000 clientes y 30.000 deudores, con foco en las Pymes.
Jaime Vargas es el pionero del factoring en Chile. Aprendió de esta industria mientras trabajó en EEUU y luego trajo la idea a nuestro país en los ochenta. A inicios de los noventa se independizó y junto con su socio Sergio Benavente crearon Incofactor e Incofin, donde esta última firma prevalece hasta el día de hoy y tienen como socios al holding Norte Sur. El presidente de Incofin puntualiza que si a los 10 socios de la Achef se le sumaran las participaciones de las filiales de algunos bancos que se salieron del gremio, cubren alrededor del 85% del factoring de Chile. Estima que sumando el stock de las seis filiales bancarias que ahora no pertenecen al gremio, junto a los asociados de la Achef, suman un stock de US$ 6.000 millones, ventas por más de US$ 22 mil millones y alrededor de 20 mil clientes. Indica que más de la mitad de las empresas de factoring no pertenecen a ningún gremio y son de un tamaño pequeño, y que no tendrían más del 5% del mercado.